...la Biblia de Jerusalén
Santiago 1, 6-19
6 Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es
semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra
parte.
7 Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste,
8 un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos.
9 El hermano de condición humilde gloríese en su exaltación;
10 y el rico, en su humillación, porque pasará = como flor de hierba: =
11 sale el sol con fuerza y = seca la hierba y su flor cae = y se pierde
su hermosa apariencia; así también el rico se marchitará en sus caminos.
12 = ¡Feliz = el hombre = que soporta = la prueba! Superada la
prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le
aman.
13 Ninguno, cuando sea probado, diga: «Es Dios quien me prueba»;
porque Dios ni es probado por el mal ni prueba a nadie.
14 Sino que cada uno es probado por su propia concupiscencia que le
arrastra y le seduce.
15 Después la concupiscencia, cuando ha concebido, da a luz el
pecado; y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte.
16 No os engañéis, hermanos míos queridos:
17 toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende
del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de rotación.
18 Nos engendró por su propia voluntad, con Palabra de verdad, para
que fuésemos como las primicias de sus criaturas.
19 Tenedlo presente, hermanos míos queridos: Que cada uno sea =
diligente para escuchar y tardo = para hablar, tardo para la ira.