...la Biblia de Jerusalén
Santiago 2, 14-23
14 ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «Tengo fe», si no
tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe?
15 Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del
sustento diario,
16 y alguno de vosotros les dice: «Idos en paz, calentaos y hartaos»,
pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?
17 Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta.
18 Y al contrario, alguno podrá decir: «¿Tú tienes fe?; pues yo tengo
obras. Pruébame tu fe sin obras y yo te probaré por las obras mi fe.
19 ¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien. También los
demonios lo creen y tiemblan.
20 ¿Quieres saber tú, insensato, que la fe sin obras es estéril?
21 Abraham nuestro padre ¿no alcanzó la justificación por las obras
cuando = ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? =
22 ¿Ves cómo la fe cooperaba con sus obras y, por las obras, la fe
alcanzó su perfección?
23 Y alcanzó pleno cumplimiento la Escritura que dice: = Creyó
Abraham en Dios y le fue reputado como justicia = y fue llamado amigo de
Dios.»