Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Santiago 3, 3-4

3 Si ponemos a los caballos frenos en la boca para que nos obedezcan,
dirigimos así todo su cuerpo.

4 Mirad también las naves: aunque sean grandes y vientos impetuosos
las empujen, son dirigidas por un pequeño timón adonde la voluntad
del
piloto quiere.