...la Biblia de Jerusalén
Santiago 3, 8-12
8 en cambio ningún hombre ha podido domar la lengua; es un mal
turbulento; está llena de veneno mortífero.
9 Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los
hombres, hechos a imagen de Dios;
10 de una misma boca proceden la bendición y la maldición. Esto,
hermanos míos, no debe ser así.
11 ¿Acaso la fuente mana por el mismo caño agua dulce y amarga?
12 ¿Acaso, hermanos míos, puede la higuera producir aceitunas y la
vid higos? Tampoco el agua salada puede producir agua dulce.