12 Ante todo, hermanos, no juréis ni por el cielo ni por la tierra, ni por
ningún otra cosa. Que vuestro sí sea sí, y el no, no; para no
incurrir en
juicio.
13 ¿Sufre alguno entre vosotros? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que
cante salmos.
14 ¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la
Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor.
15 Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que
se
levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados.