9 Por eso, ¡por mi vida - oráculo de Yahveh Sebaot, Dios de Israel -
que Moab quedará como Sodoma, y los habitantes de Ammón como
Gomorra: cardizal, mina de sal, desolación para siempre! El Resto de
mi
pueblo los saqueará, lo que quede de mi nación los heredará.
10 Este será el precio de su orgullo, por haber insultado, por haberse
engrandecido a costa del pueblo de Yahveh Sebaot.
11 Terrible será Yahveh contra ellos, cuando enerve a todos los dioses
de la tierra, y se postren ante él, cada una en su lugar, todas las islas de las
naciones.
12 También vosotros, etíopes: «Víctimas de mi espada serán ellos».
13 El extenderá su mano contra el norte, destruirá a Asur, y dejará a
Nínive en desolación, árida como el desierto.
14 Se tumbarán en medio de ella los rebaños, toda suerte de animales:
hasta el pelícano, hasta el erizo, pasarán la noche entre sus
capiteles. El
búho cantará en la ventana, y el cuervo en el umbral, porque el cedro fue
arrancado.