4 Sus profetas, fanfarrones, hombres traicioneros, sus sacerdotes
profanan lo que es santo y violan la Ley.
5 Yahveh es justo en medio de ella, no comete injusticia; cada mañana
pronuncia su juicio, no falta nunca al alba; (pero el inicuo no
conoce la
vergüenza).
6 Yo he exterminado a las naciones, sus almenas han sido derruidas,
he dejado desiertas sus calles, sin un transeúnte; han sido arrasadas
sus
ciudades, no queda hombre ni habitante.
7 Y me dije: «Al menos tú me temerás, aceptarás la corrección; no
puede quitarse de sus ojos todo aquello con que yo la he visitado.»
Pero
ellos han madrugado a corromper todas sus acciones.
8 Por eso, esperadme - oráculo de Yahveh - el día en que me levante
como testigo, porque he decidido reunir a las naciones, congregar a
los
reinos, para derramar sobre vosotros mi enojo, todo el ardor de mi cólera.
(Porque por el fuego de mi celo la tierra entera será devorada).
9 Yo entonces volveré puro el labio de los pueblos, para que invoquen
todos el nombre de Yahveh, y le sirvan bajo un mismo yugo.