7 Y me dije: «Al menos tú me temerás, aceptarás la corrección; no
puede quitarse de sus ojos todo aquello con que yo la he visitado.»
Pero
ellos han madrugado a corromper todas sus acciones.
8 Por eso, esperadme - oráculo de Yahveh - el día en que me levante
como testigo, porque he decidido reunir a las naciones, congregar a
los
reinos, para derramar sobre vosotros mi enojo, todo el ardor de mi cólera.
(Porque por el fuego de mi celo la tierra entera será devorada).
9 Yo entonces volveré puro el labio de los pueblos, para que invoquen
todos el nombre de Yahveh, y le sirvan bajo un mismo yugo.
10 Desde allende los ríos de Etiopía, mis suplicantes, mi Dispersión,
me traerán mi ofrenda.