6 Muchas veces era yo el único que iba a Jerusalén, con ocasión de
las fiestas, tal como está prescrito para todo Israel por decreto perpetuo; en
cobrando las primicias y las crías primeras y diezmos de mis bienes
y el
primer esquileo de mis ovejas, acudía presuroso a Jerusalén
7 y se lo entregaba a los sacerdotes, hijos de Aarón, para el
altar.
Daba a los levitas, que hacían el servicio en Jerusalén, el diezmo del vino,
del grano, del olivo, de los granados, de los higos y demás frutales; tomaba
en metálico el segundo diezmo, de los seis años, y lo gastaba en Jerusalén.
8 Entregaba el tercer diezmo a los huérfanos, a las viudas y a los
prosélitos que vivían con los israelitas; se lo llevaba y entregaba cada tres
años, celebrando una comida con ellos conforme a lo que se prescribe en la
Ley de Moisés y conforme a los preceptos que me dio Débora, madre
de
nuestro padre Ananiel, pues mi padre había muerto dejándome huérfano.