12 ¡Malditos cuantos digan palabras crueles! ¡Malditos sean cuantos
te destruyan! ¡Cuantos derriben tus muros echen tus torres por tierra
y
pasen a fuego tus moradas! ¡Mas sean benditos por siempre los que te
construyan!
13 Entonces exultarás, te alegrarás por los hijos de los justos, pues
serán reunidos todos y bendecirán al Señor de los siglos.