10 El día que sepultes a tu madre junto a mí, ya ese mismo día, no te
quedes en este territorio, porque he visto que se cometen aquí muchas
injusticias y muchos engaños, sin rebozo. Mira, hijo lo que hizo Nadab con
Ajikar, que le había criado. ¿No le hizo bajar vivo a la tierra? Pero Dios le
cubrió de infamia ante su misma víctima. Sacó a Ajikar a la luz y metió a
Nadab en las tinieblas eternas, por haber tramado la muerte de Ajikar. Por
haber practicado la limosna se libró Ajikar de la trampa mortal que le había
tendido Nadab. Fue Nadab quien cayó en la trampa de muerte para su
perdición.
11 Ved, pues, hijos, a dónde lleva la lismona y a dónde la injusticia: a
la muerte. Pero me falta el aliento.» Le tendieron en el lecho y expiró, y se
le dio honrosa sepultura.
12 Cuando murió su madre, Tobías la sepultó al lado de su padre, y se
marchó con su mujer y sus hijos a Media, quedándose a vivir en Ecbátana,
junto a su suegro Ragüel.
13 Los rodeó de atenciones en su ancianidad y los sepultó en
Ecbátana de Media, heredando él la casa de Ragüel y la de Tobit, su padre.
14 Murió, honrado, a la edad de 117 años.
15 Antes de morir presenció y oyó la ruina de Nínive y vio cómo los
ninivitas eran llevados cautivos a Media, cuando la deportación de Ciajares,
rey de Media. Y bendijo a Dios por todo cuanto había hecho a los ninivitas
y asirios. Antes de morir pudo alegrarse por la suerte de Nínive y bendijo al
Señor Dios por los siglos de los siglos. Amén.