15 No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan. No bebas vino
hasta emborracharte y no hagas de la embriaguez tu compañera de camino.
16 «Da de tu pan al hambriento y de tus vestidos al desnudo. Haz
limosna de todo cuanto te sobra; y no tenga rencilla tu ojo cuando hagas
limosna.
17 Esparce tu pan sobre la tumba de los justos, pero no lo des a los
pecadores.
18 «Busca el consejo de los prudentes y no desprecies ningún aviso
saludable.
19 Bendice al Señor Dios en toda circunstancia, pídele que sean
rectos todos tus caminos y que llegen a buen fin todas tus sendas y
proyectos. Pues no todas las gentes tienen consejo; es el Señor
quien da
todos los bienes y, cuando quiere, eleva o abata hasta lo profundo
del
Hades. Así, pues, hijo, recuerda estos mandamientos y no permitas que se
borren de tu corazón.
20 «También quiero decirte que dejé en depósito a Gabael, hijo de
Gabrí, en Ragués de Media, diez talentos de plata.
21 No debes preocuparte, hijo, porque seamos pobres. Muchos bienes
posees si temes a Dios, huyes de todo pecado y haces lo que es bueno ante
el Señor tu Dios.»