18 Pero su madre lloraba y dijo a Tobit: «¿Por qué has hecho que se
vaya mi hijo? ¿No era él el bastón de nuestra mano, que siempre va y viene
con nosotros?
19 ¡Que no sea el dinero lo primero de todo! Que no se convierta en
el precio de nuestro hijo!
20 ¡Con lo que el Señor nos daba para vivir teníamos bastante!»
21 El le dijo: «No pienses tal cosa; sano ha partido nuestro hijo y
sano volverá a nosotros; con tus propios ojos lo verás el día que
regrese
sano junto a ti.