2 «Hermano Azarías, toma contigo cuatro criados y dos camellos y
vete a Ragués.
3 Dirígete a Gabael, dale el recibo y hazte cargo del dinero; invítale
también a que se venga contigo a la boda.
4 Tú sabes que mi padre lleva cuenta de los días, y uno solo que
demore, le doy un gran disgusto;
5 ya ves que Ragüel me ha conjurado, y que no puedo desatender su
deseo.» Rafael se puso en camino para Ragués de Media con los cuatro
criados y los dos camellos y fueron a pernoctar en casa de Gabael.
Le
presentó el recibo y le dio la noticia de que Tobías, hijo de Tobit, se había
casado y le invitaba a la boda. Gabael se levantó, le entregó todos los sacos
de dinero, con los sellos intactos, y los cargaron sobre los camellos.
6 Levantándose de madrugada, partieron juntos para la boda y
llegados a casa de Ragüel encontraron a Tobías puesto a la mesa. Y como
se levantara a toda prisa para saludarle, Gabael rompió a llorar y le bendijo
diciendo: «¡Hombre bueno y honrado, hijo de un hombre honrado y bueno,
justo y limosnero! Que el Señor te conceda las bendiciones del cielo a ti, a
tu mujer, al padre y a la madre de tu mujer. ¡Bendito sea Dios, que me ha
permitido ver un vivo retrato de mi primo Tobit!»