6 Pues yo no perdonaré más a los habitantes de esta tierra, oráculo de
Yahveh; mas he aquí que voy a entregar a los hombres, a cada uno
en
manos de su vecino y en manos de su rey; ellos aplastarán la tierra y yo no
los libraré de sus manos.
7 Apacenté, pues, las ovejas de matadero destinadas a los tratantes de
ovejas, y me procuré dos cayados: a uno lo llamé «Gracia» y al
otro