7 Salvará Yahveh en primer lugar a las tiendas de Judá, para que el
prestigio de la casa de David y el prestigio de los habitantes de Jerusalén no
se crezca sobre Judá.
8 Aquel día protegerá Yahveh a los habitantes de Jerusalén: el más
flaco entre ellos será aquel día como David, y la casa de David será como
Dios, como un ángel de Yahveh, al frente de ellos.
9 Aquel día me dispondré a destruir a todas las naciones que vengan
contra Jerusalén;
10 derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de
Jerusalén un espíritu de gracia y de oración; y mirarán hacia mí. En cuanto
a aquél a quien traspasaron, harán lamentación por él como lamentación por
hijo único, y le llorarán amargamente como se llora amargamente a un
primogénito.
11 Aquel día será grande la lamentación en Jerusalén, como la
lamentación de Hadad Rimmón en la llanura de Meguiddó.
12 Y se lamentará el país, cada familia aparte: la familia de la casa de
David aparte y sus mujeres aparte; la familia de la casa de Natán aparte y
sus mujeres aparte;
13 la familia de la casa de Leví aparte; y sus mujeres aparte; la familia
de la casa de Semeí aparte y sus mujeres aparte;