3 Me dijo: «Eso es la Maldición que sale sobre la haz de toda esta
tierra. Pues todo ladrón será, según ella, echado de aquí, y todo el que jura
será, según ella, echado de aquí.
4 Yo la he hecho salir - oráculo de Yahveh Sebaot - para que entre en
casa del ladrón y en casa del que jura por mi nombre en falso, para que se
aloje en medio de su casa y la consuma, con su maderamen y sus piedras.»
5 Salió el ángel que hablaba conmigo y me dijo: «Alza ahora tus ojos
y mira qué es eso que sale.»
6 Yo dije: «¿Qué es?» Dijo: «Es la medida que sale.» Y añadió: «Esta
es la culpa de ellos en todo el país.»
7 En esto, se levantó la tapa de plomo y había una Mujer sentada en
medio de la medida.
8 Dijo él: «Esta es la Maldad.» La echó dentro de la medida y volvió a
poner la tapa de plomo en su boca.
9 Alcé luego los ojos y tuve una visión: Dos mujeres aparecieron, con
viento en sus alas, porque tenían alas como de cigüeña. Y levantaron
la
medida entre la tierra y el cielo.
10 Dije entonces al ángel que hablaba conmigo: «¿A dónde llevan
ésas la medida?»