2 Betel había enviado a Sar Eser y a Réguem Mélek, con su gente, a
ablandar el rostro de Yahveh,
3 y a decir a los sacerdotes de la Casa de Yahveh Sebaot y a los
profetas: «¿Deberé llorar en el quinto mes haciendo abstinencia como lo he
hecho durante tantos años?»
4 Me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:
5 Habla a todo el pueblo de la tierra y a los sacerdotes y di: «Cuando
habéis ayunado y plañido, en el quinto y séptimo mes, y esto durante
setenta años, ¿habéis ayunado de verdad por mí?
6 Y cuando coméis y bebéis, ¿no sois vosotros los que coméis y
bebéis?
7 ¿No conocéis las palabras que Yahveh proclamó por ministerio de
los antiguos profetas, cuando Jerusalén vivía en paz, con sus
ciudades de
alrededor, y estaban habitados el Négueb y la Tierra Baja?
8 (La palabra de Yahveh fue dirigida a Zacarías en estos términos:
9 Así dijo Yahveh Sebaot): Juicio fiel juzgad, y amor y compasión
practicad cada cual con su hermano.
10 No oprimáis a la viuda, al huérfano, al forastero, ni al pobre; y no
maquinéis mal uno contra otro en vuestro corazón.
11 Para ellos no quisieron hacer caso; hombro rebelde presentaron y
endurecieron sus oídos para no escuchar;