15 así en cambio he decidido en estos días hacer bien a Jerusalén y a
la casa de Judá: ¡no temáis!
16 He aquí las cosas que debéis hacer: Decid verdad unos a otros;
juicio de paz juzgad en vuestras puertas;
17 mal unos contra otros no meditéis en vuestro corazón, y juramento
falso no améis, porque todas estas cosas las odio yo, oráculo de Yahveh.
18 La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:
19 «Así dice Yahveh Sebaot: El ayuno del cuarto mes, el ayuno del
quinto, el ayuno del séptimo y el ayuno del décimo se convertirán para la
casa de Judá en regocijo, alegría y faustas solemnidades. Amad, pues,
la
verdad y la paz.»
20 Así dice Yahveh Sebaot: Todavía habrá pueblos que vengan, y
habitantes de grandes ciudades.
21 Y los habitantes de una ciudad irán a la otra diciendo: «Ea, vamos a
ablandar el rostro de Yahveh y a buscar a Yahveh Sebaot: ¡yo
también
voy!»
22 Y vendrán pueblos numerosos y naciones poderosas a buscar a
Yahveh Sebaot en Jerusalén, y a ablandar el rostro de Yahveh.
23 Así dice Yahveh Sebaot: En aquellos días, diez hombres de todas
las lenguas de las naciones asirán por la orla del manto a un judío diciendo:
«Queremos ir con vosotros, porque hemos oído decir que Dios está con
vosotros.»