5 Ascalón lo verá y temerá, Gaza también, y se retorcerá de dolor y
Ecrón, pues su esperanza ha fracasado; desaparecerá de Gaza el rey,
Ascalón no será ya habitada,
6 y un bastardo habitará en Asdod. Yo truncaré el orgullo de los
filisteos;
7 quitaré su sangre de su boca, y sus abominaciones de sus dientes.
Quedará él también como resto para nuestro Dios, será como un familiar en
Judá, y Ecrón será como el jebuseo.
8 Yo acamparé junto a mi Casa como guardia contra quien va y quien
viene; y no pasará más opresor sobre ellos, porque ahora miro yo con mis
ojos.
9 ¡Exulta sin freno, hija de Sión, grita de alegría, hija de Jerusalén! He
aquí que viene a ti tu rey: justo él y victorioso, humilde y montado en un
asno, en un pollino, cría de asna.
10 El suprimirá los cuernos de Efraím y los caballos de Jerusalén; será
suprimido el arco de combate, y él proclamará la paz a las
naciones. Su
dominio irá de mar a mar y desde el Río hasta los confines de la tierra.
11 En cuanto a ti, por la sangre de tu alianza, yo soltaré a tus cautivos
de la fosa en la que no hay agua.
12 Volved a la fortaleza, cautivos de la esperanza; hoy mismo, yo lo
anuncio, el doble te he de devolver.
13 Porque he entesado para mí a Judá, el arco he cargado con Efraím.
Voy a incitar a tus hijos, Sión, contra tus hijos, Yaván, y te
haré como
espada de un bravo.
14 Yahveh aparecerá sobre ellos, y saldrá como relámpago su flecha;
(el Señor) Yahveh tocará el cuerno y avanzará en los torbellinos del sur.
15 Yahveh Sebaot los escudará; y devorarán y pisotearán las piedras
de la honda, beberán la sangre como vino, y se llenarán como copa
de
aspersiones, como los cuernos del altar.
16 Los salvará Yahveh su Dios el día aquel, como rebaño de su
pueblo, porque serán piedras de diadema refulgentes sobre su suelo.
17 ¡Qué espléndido será, qué hermoso! El trigo hará florecer a los
mancebos y el mosto a las doncellas.