Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Éxodo 10, 18-26

18 Salió Moisés de la presencia de Faraón y rogó a Yahveh.

19 Yahveh hizo que soplara con gran violencia un viento del mar que
se llevó la langosta y la echó al mar de Suf. No quedó ni una langosta en
todo el territorio de Egipto.

20 Pero Yahveh endureció el corazón de Faraón, que no dejó salir a
los israelitas.

21 Yahveh dijo a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo, y haya
sobre la tierra de Egipto tinieblas que puedan palparse.»

22 Extendió, pues, Moisés su mano hacia el cielo, y hubo por tres días
densas tinieblas en todo el país de Egipto.

23 No se veían unos a otros, y nadie se levantó de su sitio por espacio
de tres días, mientras que todos los israelitas tenían luz en sus moradas.

24 Llamó Faraón a Moisés y dijo: «Id y dad culto a Yahveh; que se
queden solamente vuestras ovejas y vuestras vacadas. También vuestros
pequeños podrán ir con vosotros.»

25 Respondió Moisés: «Nos tienes que conceder también sacrificios y
holocaustos, para que los ofrendemos a Yahveh, nuestro Dios.

26 También nuestro ganado ha de venir con nosotros. No quedará ni
una pezuña; porque de ellos hemos de tomar para dar culto a Yahveh,
nuestro Dios. Y no sabemos todavía qué hemos de ofrecer a Yahveh hasta
que lleguemos allá.»