7 Pero entre los israelitas ni siquiera un perro ladrará ni contra hombre
ni contra bestia; para que sepáis cómo Yahveh hace distinción entre Egipto
e Israel.
8 Entonces vendrán a mí todos estos siervos tuyos y se postrarán
delante de mí, diciendo: Sal, tú y todo el pueblo que te sigue. Y entonces,
saldré.» Y, ardiendo en cólera, salió de la presencia de Faraón.