8 Moisés contó a su suegro todo lo que Yahveh había hecho a Faraón
y a los egipcios, en favor de Israel; todos los trabajos sufridos en el camino
y cómo Yahveh les había librado de ellos.
9 Jetró se alegró de todo el bien que Yahveh había hecho a Israel,
librándole de la mano de los egipcios.
10 Y dijo Jetró: «¡Bendito sea Yahveh, que os ha librado de la mano
de los egipcios y de la mano de Faraón y ha salvado al pueblo del poder de
los egipcios!
11 Ahora reconozco que Yahveh es más grande que todos los
dioses...»
12 Después Jetró, suegro de Moisés, ofreció un holocausto y
sacrificios a Dios; y Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a
comer
con el suegro de Moisés en presencia de Dios.
13 Al día siguiente, se sentó Moisés para juzgar al pueblo; y el pueblo
estuvo ante Moisés desde la mañana hasta la noche.