2 Partieron de Refidim, y al llegar al desierto de Sinaí acamparon en el
desierto. Allí acampó Israel frente al monte.
3 Moisés subió hacia Dios. Yahveh le llamó desde el monte, y le dijo:
«Así dirás a la casa de Jacob y esto anunciarás a los hijos de Israel:
4 “Ya habéis visto lo que he hecho con los egipcios, y cómo a
vosotros os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí.
5 Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza,
vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía
es toda la tierra;
6 seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.” Estas son
las palabras que has de decir a los hijos de Israel.»
7 Fue, pues, Moisés y convocó a los ancianos del pueblo y les expuso
todas estas palabras que Yahveh le había mandado.
8 Todo el pueblo a una respondió diciendo: «Haremos todo cuanto ha
dicho Yahveh.» Y Moisés llevó a Yahveh la respuesta del pueblo.
9 Dijo Yahveh a Moisés: «Mira: Voy a presentarme a ti en una densa
nube para que el pueblo me oiga hablar contigo, y así te dé
crédito para
siempre.» Y Moisés refirió a Yahveh las palabras del pueblo.
10 Yahveh dijo a Moisés: «Ve donde el pueblo y haz que se
santifiquen hoy y mañana; que laven sus vestidos
11 y estén preparados para el tercer día; porque al día tercero
descenderá Yahveh a la vista de todo el pueblo sobre el monte Sinaí.
12 Deslinda el contorno de la montaña, y di: Guardaos de subir al
monte y aun de tocar su falda. Todo aquel que toque el monte morirá.
13 Pero nadie pondrá la mano sobre el culpable, sino que será
lapidado o asaeteado; sea hombre o bestia, no quedará con vida.
Cuando
resuene el cuerno, subirán ellos al monte.»
14 Bajó, pues, Moisés del monte, adonde estaba el pueblo, y ellos
lavaron sus vestidos.
15 Y dijo al pueblo: «Estad preparados para el tercer día, y absteneos
de mujer.»
16 Al tercer día, al rayar el alba, hubo truenos y relámpagos y una
densa nube sobre el monte y un poderoso resonar de trompeta; y todo
el
pueblo que estaba en el campamento se echó a temblar.
17 Entonces Moisés hizo salir al pueblo del campamento para ir al
encuentro de Dios, y se detuvieron al pie del monte.
18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Yahveh había descendido
sobre él en el fuego. Subía el humo como de un horno, y todo el
monte
retemblaba con violencia.
19 El sonar de la trompeta se hacía cada vez más fuerte; Moisés
hablaba y Dios le respondía con el trueno.