3 Pero no pudiendo ocultarlo ya por más tiempo, tomó una cestilla de
papiro, la calafateó con betún y pez, metió en ella al niño, y la puso entre
los juncos, a la orilla del Río.
4 La hermana del niño se apostó a lo lejos para ver lo que le pasaba.
5 Bajó la hija de Faraón a bañarse en el Río y, mientras sus doncellas
se paseaban por la orilla del Río, divisó la cestilla entre los juncos, y envió
una criada suya para que la cogiera.
6 Al abrirla, vio que era un niño que lloraba. Se compadeció de él y
exclamó: «Es uno de los niños hebreos.»