24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
25 quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por
cardenal.
26 Si un hombre hiere a su siervo o a su sierva en el ojo y le
deja
tuerto, le dará libertad en compensación del ojo.
27 Si uno salta un diente a su siervo o a su sierva, le pondrá en
libertad en compensación del diente.
28 Si un buey acornea a un hombre o a una mujer, y le causa la
muerte, el buey será apedreado, y no se comerá su carne, pero el dueño del
buey quedará exculpado.
29 Mas si el buey acorneaba ya desde tiempo atrás, y su dueño, aun
advertido, no le vigiló, y ese buey mata a un hombre o a una mujer, el buey
será apedreado, y también su dueño morirá.
30 Si se le impone un precio por ello, dará en rescate de su vida
cuanto le impongan.
31 Si acornea a un muchacho o a una muchacha, se seguirá esta
misma norma.
32 Si el buey acornea a un siervo o a una sierva, se pagarán
treinta
siclos de plata al dueño de ellos, y el buey será apedreado.