6 su amo le llevará ante Dios y, arrimándolo a la puerta o a la jamba,
su amo le horadará la oreja con una lezna; y quedará a su servicio
para
siempre.
7 Si un hombre vende a su hija por esclava, ésta no saldrá de la
esclavitud como salen los esclavos.
8 Si no agrada a su señor que la había destinado para sí, éste permitirá
su rescate; y no podrá venderla a gente extraña, tratándola con engaño.
9 Si la destina para su hijo, le dará el mismo trato que a sus hijas.
10 Si toma para sí otra mujer, no le disminuirá a la primera la comida,
ni el vestido ni los derechos conyugales.
11 Y si no le da estas tres cosas, ella podrá salirse de balde sin pagar
rescate.
12 El que hiera mortalmente a otro, morirá;
13 pero si no estaba al acecho, sino que Dios se lo puso al alcance de
la mano, yo te señalaré un lugar donde éste pueda refugiarse.
14 Pero al que se atreva a matar a su prójimo con alevosía, hasta de mi
altar le arrancarás para matarle.