38 He aquí lo que has de ofrecer sobre el altar: dos corderos primales
cada día, perpetuamente.
39 Ofrecerás un cordero por la mañana y el otro entre dos luces;
40 y con el primer cordero, una décima de medida de flor de harina,
amasada con un cuarto de sextario de aceite de oliva molida, y como
libación un cuarto de sextario de vino.