14 Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy.» Y añadió: «Así dirás a
los israelitas: “Yo soy” me ha enviado a vosotros.»
15 Siguió Dios diciendo a Moisés: «Así dirás a los israelitas: Yahveh,
el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios
de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre, por él
seré invocado de generación en generación.»
16 «Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: “Yahveh, el Dios de
vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y
me dijo: Yo os he visitado y he visto lo que os han hecho en Egipto.
17 Y he decidido sacaros de la tribulación de Egipto al país de los
cananeos, los hititas, los amorreos, perizitas, jivitas y jebuseos, a una tierra
que mana leche y miel.”
18 Ellos escucharán tu voz, y tú irás con los ancianos de Israel donde
el rey de Egipto; y le diréis: “Yahveh, el Dios de los hebreos, se
nos ha
aparecido. Permite, pues, que vayamos camino de tres días al desierto, para
ofrecer sacrificios a Yahveh, nuestro Dios.”
19 Ya sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino forzado por mano
poderosa.
20 Pero yo extenderé mi mano y heriré a Egipto con toda suerte de
prodigios que obraré en medio de ellos y después os dejará salir.»
21 «Yo haré que este pueblo halle gracia a los ojos de los egipcios, de
modo que cuando partáis, no saldréis con las manos vacías,
22 sino que cada mujer pedirá a su vecina y a la que mora en su casa
objetos de plata, objetos de oro y vestidos, que pondréis a vuestros hijos y a
vuestras hijas, y así despojaréis a los egipcios.»