3 Lo revestirás de oro puro, tanto su parte superior como sus costados,
así como sus cuernos. Pondrás en su derredor una moldura de oro,
4 y debajo de la moldura, a los costados, harás dos anillas. Las harás a
ambos lados, para meter por ellas los varales con que transportarlo.
5 Harás los varales de madera de acacia y los revestirás de oro.
6 Colocarás el altar delante del velo que está junto al arca del
Testimonio y ante el propiciatorio que cubre el Testimonio, donde yo me
encontraré contigo.
7 Aarón quemará en él incienso aromático; lo quemará todas la
mañanas, al preparar las lámparas,
8 y lo quemará también cuando al atardecer alimente las lámparas.
Será incienso continuo ante Yahveh, de generación en generación.
9 No ofrezcáis sobre él incienso profano, ni holocausto ni oblación, ni
derraméis sobre él libación alguna.
10 Aarón una vez al año hará expiación sobre los cuernos de este altar.
Con la sangre del sacrificio por el pecado, es decir, el de la expiación, una
vez cada año hará expiación por él en vuestras sucesivas generaciones.
Cosa sacratísima es el altar en honor de Yahveh.
11 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
12 Cuando cuentes el número de los israelitas para hacer su censo,
cada uno pagará a Yahveh el rescate por su vida al ser empadronado, para
que no haya plaga entre ellos con motivo del empadronamiento.
13 Esto es lo que ha de dar cada uno de los comprendidos en el censo:
medio siclo, en siclos del Santuario. Este siclo es de veinte
óbolos. El
tributo reservado a Yahveh es medio siclo.
14 Todos los comprendidos en el censo, de veinte años en adelante,
pagarán el tributo reservado a Yahveh.
15 El rico no dará más, ni el pobre menos del medio siclo, al pagar el
tributo a Yahveh como rescate de vuestras vidas.
16 Tomarás el dinero del rescate de parte de los israelitas, y lo darás
para el servicio de la Tienda del Encuentro; y será para los israelitas como
recordatorio ante Yahveh por el rescate de sus vidas.
17 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
18 Haz una pila de bronce, con su base de bronce, para las abluciones.
Colócala entre la Tienda del Encuentro y el altar, y echa agua en ella,
19 para que Aarón y sus hijos se laven las manos y los pies con
su
agua.
20 Antes de entrar en la Tienda del Encuentro se han de lavar con
agua para que no mueran; también antes de acercarse al altar para el
ministerio de quemar los manjares que se abrasan en honor de Yahveh.
21 Se lavarán las manos y los pies, y no morirán. Este será decreto
perpetuo para ellos, para Aarón y su posteridad, de
generación en
generación.