23 Me dijeron: “Haznos un dios que vaya delante de nosotros, ya que
no sabemos qué le ha sucedido a Moisés, el hombre que nos sacó de
la
tierra de Egipto.”
24 Yo les contesté: “El que tenga oro despréndase.” Ellos se lo
quitaron y me lo dieron; yo lo eché al fuego y salió este becerro.»
25 Vio Moisés al pueblo desenfrenado - pues Aarón les había
permitido entregarse a la idolatría en medio de sus adversarios -
26 y se puso Moisés a la puerta del campamento, y exclamó: «¡A mí
los de Yahveh!» y se le unieron todos los hijos de Leví.
27 El les dijo: «Así dice Yahveh, el Dios de Israel: Cíñase cada uno su
espada al costado; pasad y repasad por el campamento de puerta en puerta,
y matad cada uno a su hermano, a su amigo y a su pariente.»
28 Cumplieron los hijos de Leví la orden de Moisés; y cayeron aquel
día unos 3000 hombres del pueblo.
29 Y dijo Moisés: «Hoy habéis recibido la investidura como
sacerdotes de Yahveh, cada uno a costa de vuestros hijos y vuestros
hermanos, para que él os dé hoy la bendición.»
30 Al día siguiente dijo Moisés al pueblo: «Habéis cometido un gran
pecado. Yo voy a subir ahora donde Yahveh; acaso pueda obtener la
expiación de vuestro pecado.»