...la Biblia de Jerusalén
Éxodo 4, 5-8
5 «Para que crean que se te ha aparecido Yahveh, el Dios de sus
padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.»
6 Y añadió Yahveh: «Mete tu mano en el pecho.» Metió él la mano en
su pecho y cuando la volvió a sacar estaba cubierta de lepra, blanca como la
nieve.
7 Y le dijo: «Vuelve a meter la mano en tu pecho.» La volvió a meter
y, cuando la sacó de nuevo, estaba ya como el resto de su carne.
8 «Así pues, si no te creen ni escuchan la voz por la primera
señal,
creerán por la segunda.