25 y colocó encima las lámparas delante de Yahveh, como Yahveh
había mandado a Moisés.
26 Asimismo puso el altar de oro en la Tienda del Encuentro, delante
del velo;
27 y quemó sobre él incienso aromático como Yahveh había mandado
a Moisés.
28 A la entrada de la Morada colocó la cortina,
29 y en la misma entrada de la Morada de la Tienda del Encuentro
colocó también el altar de los holocaustos, sobre el cual
ofreció el
holocausto y la oblación, como Yahveh había mandado a Moisés.
30 Situó la pila entre la Tienda del Encuentro y el altar, y echó en ella
agua para las abluciones;
31 Moisés, Aarón y sus hijos se lavaron en ella las manos y los pies.
32 Siempre que entraban en la Tienda del Encuentro y siempre que se
acercaban al altar, se lavaban, como Yahveh había mandado a Moisés.
33 Por fin alzó el atrio que rodeaba la Morada y el altar, y colgó el
tapiz a la entrada del atrio. Así acabó Moisés los trabajos.
34 La Nube cubrió entonces la Tienda del Encuentro y la gloria de
Yahveh llenó la Morada.
35 Moisés no podía entrar en la Tienda del Encuentro, pues la Nube
moraba sobre ella y la gloria de Yahveh llenaba la Morada.
36 En todas las marchas, cuando la Nube se elevaba de encima de la
Morada, los israelitas levantaban el campamento.
37 Pero si la Nube no se elevaba, ellos no levantaban el campamento,
en espera del día en que se elevara.
38 Porque durante el día la Nube de Yahveh estaba sobre la Morada y
durante la noche había fuego a la vista de toda la casa de Israel. Así sucedía
en todas sus marchas.