8 Pero que hagan la misma cantidad de ladrillos que hacían antes, sin
rebajarla; pues son unos perezosos. Y por eso claman diciendo: Vamos
a
ofrecer sacrificios a nuestro Dios.
9 Que se aumente el trabajo de estos hombres para que estén ocupados
en él y no den oídos a palabras mentirosas.
10 Salieron los capataces del pueblo diciendo: «Esto dice Faraón: No
os daré ya más paja;
11 id vosotros mismos a buscárosla donde la podáis hallar. Pero
vuestra tarea no se disminuirá en nada.»
12 Esparcióse, pues, el pueblo por el país de Egipto en busca de
rastrojo para emplearlo como paja.
13 Los capataces por su lado los apremiaban, diciendo: «Terminad la
tarea que os ha sido fijada para cada día, como cuando había paja.»