3 Pero los magos hicieron lo mismo con sus encantamientos, e
hicieron subir las ranas sobre la tierra de Egipto.
4 Faraón llamó a Moisés y a Aarón y dijo: «Pedid a Yahveh que
aparte las ranas de mí y de mi pueblo, y yo dejaré salir al pueblo para que
ofrezca sacrificios a Yahveh.»
5 Respondió Moisés a Faraón: «Dígnate indicarme cuándo he de rogar
por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que se alejen las ranas de ti y de
tus casas, y queden solamente en el Río.»
6 «Mañana», contestó el. Replicó Moisés: «Será conforme a tu
palabra, para que sepas que no hay como Yahveh, nuestro Dios.
7 Las ranas se apartarán de ti, de tus casas, de tus siervos y de
tu
pueblo, y quedarán sólo en el Río.»